Esta pandemia global, que afecta a todos los países del mundo, tuvo un primer caso en España en octubre de 1981, concretamente en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Desde entonces, se estima que 78 millones de personas se han infectado por el virus y 39 millones han muerto. Actualmente hay 36,9 millones de casos en el mundo.
El sida se desencadena a partir de un virus que se transmite mediante contacto directo con fluidos corporales infectados. Para profundizar más en esta enfermedad hemos hablado con Miquel Aranda, médico de Medicina interna del Consorci Sanitari de Terrassa
Llevamos cuarenta años con el virus del VIH entre nosotros. ¿Por qué todavía no se ha encontrado una vacuna efectiva? ¿el virus del sida es mucho más complejo?
Evidentemente es una asignatura pendiente en la lucha contra el VIH. Existen diferentes explicaciones: la variabilidad del VIH, la dificultad de los mecanismos de defensa (qué es lo que activa una vacuna) para eliminar el VIH… Por ejemplo, el VIH puede incorporarse al material genético de las células sin replicarse. En esta forma las defensas «no lo detectan» y no pueden eliminarlo. Dicho esto, la finalidad de la vacuna es prevenir los contagios de VIH. No olvidemos que existen otras medidas que pueden cumplir esta finalidad en un porcentaje de éxito muy elevado: la utilización de preservativo, la profilaxis pre exposición, el tratamiento de las mujeres embarazadas (para evitar la infección de los bebés) y el tratamiento de los pacientes infectados (si conseguimos que su cantidad de virus en la sangre -carga viral- sea indetectable, no contagiarán a otras personas).
Muchas veces hemos oído que no es lo mismo estar infectado por el VIH que tener el sida. ¿Cuál es la diferencia, exactamente?
El SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) se diagnostica cuando una persona infectada por el VIH desarrolla una enfermedad oportunista (puede ser una infección o tumor o situación clínica) la mayoría de veces porque su inmunidad está muy deteriorada. Al inicio de la enfermedad, cuando se diagnosticaba a un paciente de SIDA, su supervivencia era muy baja. En mi opinión, en los sitios donde se dispone de tratamientos efectivos, la diferencia es epidemiológica. Por ejemplo, un paciente que diagnosticamos de SIDA y podemos darle tratamiento, su situación clínica e inmunológica puede revertirse y su supervivencia será similar a otra persona sin SIDA.
¿Qué población es la más afectada por el virus? ¿Existe alguna prevalencia concreta? ¿Depende del área geográfica donde vivas?
Depende más de personas que tienen conductas de riesgo sin hacer prevención que de poblaciones. En Cataluña, según datos de 2020, algo más del 60% de los nuevos diagnósticos de VIH eran de hombres que tenían sexo con hombres. Fuera de Cataluña, más del 60% de diagnosticados con VIH eran personas nacidas en América Latina y el Caribe. En el resto del mundo el 80% de las personas infectadas se concentran en África, China, Brasil y Tailandia.
La esperanza de vida de un enfermo de sida con acceso a tratamiento es similar a la de alguien que no está infectado, pero los fármacos tienen un elevado coste y una toxicidad a largo plazo. ¿Por qué todavía no se ha solucionado esta problemática?
Lo cierto es que la toxicidad a largo plazo ha disminuido mucho. Los nuevos tratamientos son claramente menos tóxicos. Además, actualmente, en pacientes concretos pueden utilizarse esquemas de tratamientos que reducen el número de fármacos, con lo que la toxicidad y el precio son menores.
¿Se puede erradicar el sida? ¿Qué futuro nos espera?
Lo veo muy improbable a corto y medio plazo. Actualmente en los lugares en los que el paciente puede recibir tratamiento, la infección por el VIH es una enfermedad crónica, como podrían ser la diabetes o la hipertensión arterial y se puede tratar con un solo comprimido al día.
El futuro pasa por conseguir diagnosticar a la mayoría de pacientes infectados, tratarlos correctamente y conseguir que su carga viral sea indetectable (que implica que no contagiarán la enfermedad).
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