La formación, que es básica para trabajar de voluntario y se realiza dos veces al año, corrió a cargo de Lydia González, coordinadora de Trabajo Social y Elena Martínez Tejada, trabajadora social y coordinadora de voluntariado, ambas del CST.
Al curso asistieron varios voluntarios, del programa Rodallibre, de geriatría del Hospital de Terrassa, del Hogar Sant Llàtzer y de Oncolliga.
Aparte de la formación impartida pudieron compartir experiencias de los servicios que realizan como voluntarios, actividad que valoraron muy positivamente. Entre otros temas se habló de la importancia del silencio, de la escucha activa, de los límites… y se acabó escribiendo en un corazón lo que doy y lo que recibo como voluntario.
Aparte, propusieron poder realizar algún encuentro más con el grupo de voluntarios para continuar compartiendo experiencias.
Desde el Servicio de Voluntariado dan las gracias a los voluntarios por su labor y por ser una pieza clave para la humanización del CST.
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