El CST lidera el proyecto ‘FRAK’, destinado a fomentar la resiliencia y el desarrollo positivo de los adolescentes en riesgo

El estudio, liderado por la Dra. Maria Llistosella del CST, ha contado con la colaboración de MútuaTerrassa y el AIFICC

La resiliencia, entendida como la capacidad del ser humano de adaptarse y superar situaciones adversas, desempeña un papel fundamental en la salud mental de los adolescentes en riesgo

Este mes de noviembre se dio a conocer los resultados del Proyecto ‘Fomentando la resiliencia en adolescentes en riesgo’ (FRAK), un estudio destinado a fomentar la resiliencia y el desarrollo positivo de los adolescentes en situación de riesgo.

El estudio, liderado por la Dra. Maria Llistosella, referente de Bienestar Emocional Comunitario del CAP Can Roca de Terrassa (CST) y financiado con una Beca del Plan Estratégico de Investigación e Innovación en Salud del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, ha contado con la colaboración de la Fundación Asistencial MútuaTerrassa y la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFICC).

Objetivos del estudio

Los objetivos del estudio FRAK eran evaluar la efectividad de una intervención para incrementar la resiliencia, aumentar las estrategias de regulación emocional; y evaluar la asociación entre la intervención de resiliencia y los síntomas depresivos en 584 adolescentes de primero y segundo de la ESO (de 12 a 15 años) en un contexto de riesgo (riesgo de exclusión social y barrios de carencia socioeconómica) y todos aquellos que consintieron participar en el proyecto.

Los resultados demuestran que la intervención tuvo un efecto positivo significativo sobre la resiliencia de los adolescentes, incrementándola a las 24 semanas, en comparación con el grupo control que no realizó la intervención.

Procedimiento del estudio

El reclutamiento de los participantes comenzó en nueve escuelas de Terrassa, Manresa y Barcelona a finales de 2021. En total se incluyeron 584 adolescentes de escuelas ubicadas en barrios con alto riesgo de exclusión social. El grupo de intervención recibió una formación específica en 6 sesiones de 55 minutos distribuidas a lo largo de 6 semanas. 45 minutos dedicados a temas como resiliencia, autoestima, regulación emocional, habilidades sociales, resolución de problemas, recursos comunitarios y apoyo entre compañeros.

Los datos se recogieron al inicio del estudio, después de las 6 semanas de intervención y las 24 semanas post-intervención.

Resultados clave

Los resultados obtenidos después de 24 semanas muestran un significativo incremento en la resiliencia de los adolescentes que participaron en la intervención. Los 255 adolescentes del grupo de intervención (IG) presentaron una media de puntuación de resiliencia de 128,7 mientras que el grupo control (CG) obtuvo una media de 125,3 .

En cuanto a los síntomas depresivos, los participantes del grupo de intervención también experimentaron una mayor reducción en comparación con el grupo control. La media de síntomas depresivos en el grupo de intervención fue de 2,3 mientras que en el grupo control fue de 2,8 .

Estos resultados ponen de manifiesto el impacto positivo de la intervención, que logró aumentar la resiliencia y reducir los síntomas depresivos en los adolescentes participantes, destacando la efectividad del enfoque en la mejora del bienestar emocional en un contexto de vulnerabilidad.

La importancia de la resiliencia en la adolescencia

La adolescencia es una etapa de grandes transformaciones, tanto biológicas como psicológicas, siendo los adolescentes especialmente vulnerables a desarrollar problemas de salud mental. El estrés emocional, la ansiedad y la depresión, factores amplificados por las consecuencias a largo plazo de la pandemia de COVID-19 y las desigualdades socioeconómicas, han aumentado el riesgo de pobreza y exclusión social. Sin embargo, no todos los adolescentes expuestos a estos factores de riesgo desarrollan problemas psicológicos. Esto abre la puerta al fenómeno de la resiliencia, que permite a los individuos afrontar la adversidad y desarrollarse positivamente a pesar de las dificultades.

Este estudio pone en evidencia cómo la resiliencia puede ser un factor protector fundamental para el bienestar de los adolescentes. Mediante una intervención estructurada y basada en modelos de resiliencia, como el modelo IERM, se logró mejorar los mecanismos de afrontamiento de los adolescentes, así como aumentar su bienestar emocional. Esta intervención, que combina aprendizaje social y emocional, mindfulness y soporte social, muestra ser efectiva en la reducción de síntomas depresivos y en el fortalecimiento de la capacidad de resiliencia en entornos de riesgo.

Conclusión

Los resultados obtenidos en este estudio subrayan la importancia de la resiliencia como factor clave para el positivo desarrollo de los adolescentes.

El proyecto FRAK es un paso significativo hacia la creación de programas de intervención que promuevan el bienestar emocional y psicológico de los adolescentes en situación de vulnerabilidad. Esta investigación abre nuevos caminos para la implementación de modelos de salud mental en las escuelas, que permitan reducir el impacto de las desigualdades socioeconómicas y los factores de riesgo en la salud mental de jóvenes en situación de riesgo.