Esta formación versó sobre la conducta suicida, pautas de intervención policial en tentativas de suicidio, así como orientación a familiares y sus acompañantes en soporte emocional.
La actividad estaba enmarcada en las recomendaciones de la OMS en cuanto a prevención del suicidio y estaba dedicada a complementar la formación de los agentes para ofrecer un abordaje empático genuino, incorporar la visión de la salud mental en la operativa policial, ganar competencias en la detección de casos sensibles y familiarizarlos con los protocolos de Salud Mental.
La formación tuvo muy buena acogida, con 26 agentes inscritos, y se plantea hacer otra el próximo año para dar cabida a los agentes que no pudieron asistir.
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