
La endometriosis es una enfermedad sistémica, inflamatoria y hormodependiente, que afecta al 10% de las mujeres, siendo el principal motivo de dolor pélvico crónico e infertilidad.
Hoy en día sabemos que existe una predisposición genética a sufrirla y que la vida intrauterina y la primera infancia pueden ser determinantes para su posterior desarrollo.
La pubertad representa la ventana principal de oportunidad para el debut de la enfermedad. Este riesgo irá disminuyendo con la edad, siendo mínimo a partir de 30 años.
Con la llegada de la menopausia la mayoría de mujeres experimentan una remisión de los principales síntomas, aunque algunas siguen sufriendo los efectos de la endometriosis a consecuencia de los distintos cofactores que influyen en la progresión de la enfermedad.
De ahí la gran importancia y evidencia científica del abordaje multidisciplinar e integrativo para tratar los diferentes mecanismos subyacentes a la endometriosis y mejorar la sintomatología, progresión y calidad de vida de las mujeres afectadas, más allá del seguimiento ginecológico.
Estas intervenciones se pueden resumir en:
El paradigma del diagnóstico y abordaje de la endometriosis cambia día a día a medida que se avanza en su conocimiento.
Establecer un diagnóstico precoz y favorecer un abordaje integrativo son factores clave en la progresión y calidad de vida futura de estas mujeres.
Suscríbete a nuestra newsletter