Hoy, 14 de marzo se celebra el Día Mundial de la Endometriosis, una enfermedad que afecta a alrededor de 180 millones de mujeres en todo el mundo, y que todavía es una enfermedad infra-diagnosticada.
La endometriosis es una enfermedad sistémica, inflamatoria y hormodependiente, que afecta al 10% de las mujeres, siendo el principal motivo de dolor pélvico crónico e infertilidad.
Hoy en día sabemos que existe una predisposición genética a sufrirla y que la vida intrauterina y la primera infancia pueden ser determinantes para su posterior desarrollo.
La pubertad representa la ventana principal de oportunidad para el debut de la enfermedad. Este riesgo irá disminuyendo con la edad, siendo mínimo a partir de 30 años.
Con la llegada de la menopausia la mayoría de mujeres experimentan una remisión de los principales síntomas, aunque algunas siguen sufriendo los efectos de la endometriosis a consecuencia de los distintos cofactores que influyen en la progresión de la enfermedad.
De ahí la gran importancia y evidencia científica del abordaje multidisciplinar e integrativo para tratar los diferentes mecanismos subyacentes a la endometriosis y mejorar la sintomatología, progresión y calidad de vida de las mujeres afectadas, más allá del seguimiento ginecológico.
Estas intervenciones se pueden resumir en:
- La modificación de los estilos de vida a través de una revisión y posible modificación en la alimentación, la actividad física, los ritmos circadianos, la gestión del estrés y la exposición a tóxicos ambientales.
- A los tratamientos médicos habituales se les puede añadir el soporte de ciertos complementos para corregir carencias nutricionales, reforzar el metabolismo de los tóxicos y hormonas, o disminuir la inflamación y el estrés oxidativo.
- Existe mucha evidencia sobre los beneficios de la fisioterapia del suelo pélvico para la mejora de los síntomas como las algias pélvicas, la dispareunia (dolor con la penetración) y los resultados de las técnicas de reproducción asistida.
- La endometriosis tiene un gran impacto en la esfera psico-afectiva y social, con lo que la terapia psicológica y disponer de una buena red social a través de las asociaciones de afectadas también debería ser un pilar muy importante del suyo tratamiento.
- Las terapias complementarias como la acupuntura o la osteopatía han demostrado tener un beneficio en el control de síntomas como el dolor y la percepción del estrés.
- A esto se le añade la necesidad del abordaje de otros trastornos asociados a través de diferentes especialidades médicas, como el dolor neuropático, los trastornos digestivos y las alteraciones de la microbiota intestinal, los trastornos autoinmunes y muchos más.
- Es muy importante que el tratamiento quirúrgico lo realice personal experto y en unidades de referencia.
El paradigma del diagnóstico y abordaje de la endometriosis cambia día a día a medida que se avanza en su conocimiento.
Establecer un diagnóstico precoz y favorecer un abordaje integrativo son factores clave en la progresión y calidad de vida futura de estas mujeres.