Desde 2015 cada segundo lunes del mes de febrero se conmemora el Día Internacional de la Epilepsia, una fecha que busca educar a las personas de todo el mundo sobre esta patología neuronal que sufren aproximadamente 65 millones de personas en todo el mundo.

La intención de las organizaciones que, año tras año, se suman a esta iniciativa, es la de propiciar una mejor calidad de vida a las personas que padecen epilepsia.

Hemos hablado de ello con Gabriel Salazar, jefe del servicio de Neurología del CST, que ha definido la epilepsia como «una actividad eléctrica cerebral anormal, crónica, que se traduce en múltiples manifestaciones clínicas motoras, sensitivas y neuropsíquicas, que representan los diferentes tipos de crisis.»

Por lo que respecta a los síntomas, pueden ser convulsiones generalizadas, focales motoras, sensitivas, psicógenas, ausencias e incluso gustativas.

¿Y las causas? El dr. Salazar explica que pueden ser «primarias de origen desconocido, durante la formación embriogénica queda tejido cerebral en zonas que no pertenece, en origen secundario, hipoxia durante el parto, ictus, traumas, tumores y cualquier lesión cortical cerebral. También pueden ser genéticas.»

¿Tiene más incidencia según la edad o el sexo del/la paciente o dependiendo del país? El jefe del servicio de Neurología del CST confirma que sí, que «países pobres con mala atención perinatal tienen niños con hipoxia cerebral y más epilepsia. La gente de edad avanzada con factores de riesgo vascular (hipertensión arterial, fumadora, diabéticos, colesterol) cuando llegan a edad senil tienen mayor riesgo de epilepsia vascular.»

Los efectos se pueden minimizar llevando una vida sana. Se debe evitar el tabaco, vigilar la hipertensión, la diabetes, el colesterol y mejorando la actividad física. El dr. Salazar insiste en que «hay que hacer diagnóstico precoz . »