La meditación es una práctica cuerpo-mente que implica la atención intencionada que se dedica a un pensamiento, un momento, un estado o una experiencia.
Se ha demostrado que la meditación tiene un impacto positivo en la salud mental y física, esto se debe a su papel para disminuir los altos niveles de estrés.
El estrés crónico se asocia con niveles más bajos de las hormonas de estrógenos, LH y progesterona. En ocasiones, también se asocia a niveles más elevados de FSH (hormona encargada del crecimiento folicular) y estos niveles altos se relacionan con un mal funcionamiento ovárico.
Sabemos que la LH y los estrógenos son hormonas esenciales para la ovulación. Su alteración provocada por un estrés mantenido puede producir cambios en la frecuencia, duración del ciclo o incluso provocar su ausencia. Además, este estrés se asocia con mayor síndrome premenstrual y dismenorrea.
Las mujeres con estrés crónico tienen un doble riesgo de presentar dismenorrea.
Por ello, como parte del abordaje de la dismenorrea, la gestión del estrés mediante el yoga o la meditación es fundamental.
Con la meditación se ha demostrado:
Además, se vio que meditar 20 minutos al día disminuye los niveles de ansiedad y estrés, así como las cifras de tensión arterial y los niveles de glucosa en sangre.
Para mejorar tu día a día recuerda reservar 20 minutos por meditar. ¡Todo suma!
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