Es la primera vez que se lleva a cabo un proyecto de esta índole entre personas mayores con deterioro avanzado y niños con trastornos del espectro autista

Esta mañana se ha presentado en el Hogar Residencial San Lázaro una iniciativa pionera de terapia asistida con perros, iniciativa liderada por el Hogar Residencial San Lázaro (CST), con la participación de la escuela Obispado de Égara y gracias a la donación de la Fundación Manuel Lao.

El objetivo de esta terapia pionera, iniciada en septiembre de 2023, es fomentar la salud en dos colectivos especialmente vulnerables: las personas mayores afectadas por algún tipo de demencia y los niños con trastornos del espectro autista (TEA ), Asperger o trastornos de la comunicación social.

Mercè Ramoneda, educadora del Hogar Residencial San Lázaro, ha explicado que este proyecto viene de muy lejos, «hace unos seis años que queríamos realizar terapia asistida con perros, porque es una intervención no farmacológica que creemos muy positiva para los residentes.»

Con la COVID una de las cosas que más echaron de menos a los residentes fueron las relaciones sociales. «Cuando se reanudó el proyecto quisimos añadir el hecho de compartirlo con niños con trastornos del espectro autista, ya que tienen un perfil similar a los abuelos, con dificultades de comunicación, trastornos de conducta, etc. Y así es como surgió la idea de crear un proyecto que tuviera en cuenta a estos dos colectivos.»

Esta iniciativa es pionera ya que hasta ahora ninguna iniciativa había reunido a personas mayores con deterioros avanzados y niños con trastornos del espectro autista.

Ramoneda ha finalizado su intervención explicando que en los tres meses de terapia “los vínculos que se han creado son muy especiales. En este proyecto todos tienen la oportunidad de ser quienes son.»

Míriam Sánchez, terapeuta ocupacional de Engresca’t, hizo hincapié en que en la terapia asistida con perros «el animal es un estímulo motivador. Cuando se inicia el programa lo primero que hacemos es trabajar el vínculo, la herramienta de la terapia asistida con perros no es el perro, la herramienta es el vínculo.»

Sánchez ha expuesto que cuando se habla de vínculo humano-animal «este vínculo no debe ser necesariamente emocional, los vínculos se crean para compartir experiencias nuevas, para estar en entornos y con personas diferentes.»

Eva Casals, fisioterapeuta del Hogar Residencial San Lázaro, ha hablado de los cambios que han observado en los residentes con esta nueva terapia, como los sociales (interacción con el niño), cognitivos, físicos y emocionales.

Marta Suana, directora de la Escuela Obispado de Égara, ha querido incidir en los cambios positivos en los niños y niñas que participan en esta terapia, además del beneficio para las familias. «Para las familias de los niños el poder realizar una actividad como ésta, y sin coste, fue una alegría enorme.»

Silvia Ros, educadora de la escuela Obispado de Égara, ha explicado los cambios en los niños durante este primer trimestre de terapia, con diez sesiones ya realizadas. «Son cambios pequeños pero positivos. A nivel social los niños interactúan más, también mejora la atención y también hay mejoras a nivel físico: se mueven más y cambian la expresión facial, sonríen más.»

Los niños con autismo de la escuela Obispado de Égara que participan en este proyecto son tres, este curso: dos niños de 5 años y uno de 7 años. Uno de ellos hace sesión semanal y otros dos quincenal.

Esther Lao, patrona de la Fundación Manuel Lao, ha explicado su implicación con el proyecto y con otros similares en la línea de la humanización, como la colaboración con el CST con los Pallapupes, los payasos de hospital .

Lao ha terminado su intervención afirmando que «el gran éxito de este proyecto es el entusiasmo y la profesionalidad de todos los implicados.»

UN POCO DE CONTEXTO

Durante la pandemia los vínculos y las relaciones sociales se vieron afectadas, especialmente en el entorno residencial, con procesos de desafección y desmotivación de los usuarios. En este tiempo de aislamiento y de falta de relaciones con el exterior, lo que más echaron de menos fueron los encuentros con los/las jóvenes y los niños.

Por este motivo el Hogar Residencial San Lázaro quiso volver a favorecer espacios de intercambio generacional donde se sientan mutuamente valorados y queridos. Realizar tareas conjuntas, significativas y gratificantes contribuye a iniciar y reforzar nuevos lazos entre las personas, vinculándolas entre ellas y comprometiéndolas con las actividades, focalizando así, su motivación y atención a objetivos concretos.

La terapia asistida con perros (TAG) permite generar estos vínculos entre residentes, niños y niñas y animales. Esta relación ayuda a desarrollar y mejorar habilidades motrices, cognitivas, sensoriales, comunicativas y emocionales, desde una dimensión basal e intuitiva. La terapia asistida con animales se ha convertido en los últimos años en una referencia en los tratamientos no farmacológicos en personas con deterioro cognitivo o demencias como el Alzheimer; así como con niños con TEA, Asperger o trastornos de la comunicación social.

Y en este proyecto la presencia del perro, sumada a la presencia de la persona mayor y/o el niño-a, incrementa y enriquece el valor terapéutico de la actividad, con el objetivo de fomentar la relación entre los niños y las personas grandes, una acción terapéutica además de lúdica, que mejora la interacción con el entorno.

La terapia asistida con perros está incluida dentro del proyecto de humanización del CST “Conexiones con corazón”. Este proyecto fue diseñado para atender las necesidades básicas y vitales de los residentes del CST con el objetivo de estimular sus capacidades cognitivas, emocionales y sensoriales y, al mismo tiempo, establecer y fortalecer las relaciones con su entorno más cercano.