El voluntariado del CST se puede encontrar en el Hospital Universitario de Terrassa (Servicio de Cuidados Paliativos, Servicio de Geriatría y Servicio de Psiquiatría), en el pabellón Hospitalario Penitenciario, en el Hospital de Sant Llàtzer y en el Llar Sant Llàtzer, en los Centros de Atención Primaria, en el Ámbito de Salud Mental y en la Unidad de Mecenazgo del CST. En total más de un centenar de personas entre voluntarios y colaboradores que acompañan a los pacientes o residentes ingresados, ofreciéndoles compañía, conversación, paseos, acompañándolos a las visitas médicas, dinamizando actividades, etc.
Aparte, también hay voluntariado corporativo, que realiza actividades diversas, como trabajadores de Kern Pharma (organizan un bingo un jueves al mes en la planta de convalecencia del Hospital Universitario de Terrassa), Abacus (hace un taller de lectura en Hospital Universitario de Terrassa y en el Hogar Residencial San Lázaro) o el Museo de la Ciencia y la Técnica de Terrassa (MNACTEC), con visitas guiadas para los usuarios del Servicio de Rehabilitación Comunitaria de Terrassa y el de Rubí, el Hospital de Día de Salud Mental de Terrassa y el Hogar Sant Llàtzer.
La inauguración del acto corrió a cargo de August Sáenz, presidente del CST; Antonia Villalba, directora de Enfermería y presidenta de la Comisión de Humanización del CST y Elena Martínez, coordinadora del Programa Voluntariado CST.
August Sáenz inició su discurso hablando de la DANA en Paiporta, mencionando la experiencia del autor valenciano Santiago Posteguillo, cuando vio que en pocos minutos las calles eran ríos. «Por la noche pensó que al día siguiente llegaría ayuda, y al día siguiente no había nadie. Ni el otro, ni el otro. Y el 1 de noviembre todavía no había nadie, a excepción de los voluntarios que iban llegando para sacar barro y escombros.» Sáenz afirmó que, con esta explicación, quería poner en valor la labor de los voluntarios de Valencia, que son «el paradigma de la conducta positiva del voluntariado, que también puede trasladarse a la voluntariedad de la sanidad. El entorno es diferente, pero el espíritu es el mismo, el ánimo de ayudar es el mismo. Los trabajadores para el voluntariado sanitario tienen voluntariedad, desea ayudar al prójimo de forma altruista.»
Antònia Villalba, por su parte, recordó que el CST tiene voluntarios de entidades desde los años 80 y la dirección del CST manifestó la intención de poder tener un programa de voluntariado propio. ido evolucionando y da muchísima satisfacción tanto a los pacientes, como a los voluntarios ya los profesionales. Como presidenta de la comisión de Humanización del CST quiero agradecerles la importante labor que haga de acompañamiento, de apoyo, de escucha de los pacientes y de sus familias.»
Villalba también quiso poner en valor la apuesta del CST en los últimos años creando la comisión de humanización de la asistencia, “con la idea de mejorar la atención a nuestros pacientes. De hecho, se convirtió en una de las líneas del Plan Estratégico, que acaba este año, y ahora sigue siendo una línea muy importante en el planteamiento del nuevo Plan Estratégico. Dentro del paraguas de la humanización existen muchas acciones, pero los programas de voluntariado son una de las bases de la humanización de la asistencia.»
Elena Martínez, por su parte, explicó cuál sería la dinámica del acto y agradeció la participación de todos y todas las voluntarias presentes en la sala.
Después tuvo lugar un espacio de formación centrado en la promoción de la lectura en los centros de salud, con ‘La lectura como herramienta terapéutica’, a cargo de Elena Martínez, coordinadora del Programa Voluntariado CST y Alba López, trabajadora social y nueva incorporación en el Servicio de Voluntariado del CST. También se presentaron los programas del CST: ‘Ningún niño sin cuento’, en Pediatría, a cargo de Antoni Argent, coordinador del proyecto y ‘Filant historias’, en Geriatría, a cargo de Mercè Vilà, residente del Hogar Residencial Sant Lázaro y Merced Ramoneda, educadora del Hogar Residencial San Lázaro.
Luego Rosa Chito, trabajadora social del Hospital Universitario de Terrassa, ofreció una actuación musical.
Seguidamente tuvo lugar ‘El voluntariado escribe’, dinamizado por Silvia Igón, voluntaria del Hospital Universitario de Terrassa. También tuvo lugar la lectura de obra propia, con Sandra Camacho, voluntaria del Hospital de Sant Llàtzer; de Bofarull, voluntario del Hospital Universitario de Terrassa y Francisco Latorre, voluntario del Hospital Sant Llàtzer.
El acto finalizó con una “Ventana poética”, con Noemí Morral, poeta, ilustradora y rapsoda y Montserrat Morral, pianista, profesora y musicoterapeuta y, después, una merienda para todos los asistentes, que también fueron obsequiados con una libreta artesanal elaborada por personas con diversidad funcional de LaFact.
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