Hablamos de trastornos de la conducta alimentaria en el Día Mundial de los TCA

Hoy, 30 de noviembre, es el Día Mundial de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), trastornos mentales que se caracterizan por alteraciones en la forma de pensar, sentir y comportarse en relación con la alimentación, el peso o la figura.

Afectan, en su mayoría, a niños, niñas, mujeres jóvenes y, cada vez más, a los adultos. Se producen por varios factores considerados de riesgo que pueden estar presentes en personas sanas o en personas que presentan otras enfermedades. Tienen graves consecuencias nutricionales, biológicas, psicológicas y sociales.

Hemos querido hablar con Mariette Estevez, psiquiatra y jefe de Unidad de la Salud Mental Infantojuvenil.

¿Cuáles son las causas más habituales de los trastornos alimenticios? ¿Cuáles son los factores de riesgo?

Los TCA son trastornos multifactoriales. En su etiología deberíamos hablar de factores biológicos, psicológicos y ambientales socioculturales, que los predisponen, precipitan y mantienen.

Factores biológicos y culturales, contribuyen a incrementar el riesgo para desarrollar un TCA. Se confirma el papel de rasgos psicológicos de vulnerabilidad, como el perfeccionismo y la baja autoestima, influyen de forma significativa. También tiene influencia la exposición a medios de comunicación, pantallas y redes sociales. El estrés crónico y la comorbilidad psiquiátrica (mediador parcial) se asocian fuertemente con el inicio de los TCA. Los problemas del neurodesarrollo también pueden implicarse en la patogénesis. La internalización del ideal de delgadez, presión percibida por adelgazar, preocupación por el peso e insatisfacción corporal, exceso de peso y conducta de dieta restrictiva por perder peso, son predictores del riesgo de iniciar un TCA.

También podemos hablar de afectos negativos y uso de substancias. Las bromas familiares sobre el peso, la preocupación personal por el peso y la conducta sobre dietas y otras no saludables por intentar controlarlo (vómitos, píldoras adelgazantes, laxantes y diuréticos) predicen sobrepeso, alimentación compulsiva con pérdida de control y conductas extremas de control de peso a cinco años. Entre los varones adolescentes y jóvenes, ciertos factores aumentan el riesgo de TCA, incluidas las preocupaciones sobre la imagen corporal centrada en la musculatura.

Muchos conocemos la anorexia y la bulimia… pero hay otros TCA. ¿Cuáles son los más habituales en los jóvenes?

Son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el TCA no especificado.

¿Cuál es la población con mayor riesgo de sufrir un TCA? ¿Los jóvenes (sobre todo chicas) tienen más probabilidad de sufrir un trastorno alimentario? Porque?

Pueden afectar a personas de todas las edades, géneros, orientaciones sexuales, etnias y geografías.

Los adolescentes y adultos jóvenes, especialmente del género femenino, están particularmente en riesgo, ya que la anorexia comienza antes que la bulimia. La edad de inicio de la anorexia parece disminuir.

Los grupos de riesgo lo son por edad (adolescencia), género (mujeres) o por la participación en actividades de ocio o profesionales (gimnastas, atletas, modelos, bailarines, patinadores, deportistas de élite).

¿Cuánto tiempo suele durar el tratamiento? ¿Qué tanto por ciento de recuperación existe?

En cuanto al tratamiento de los TCA, la terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento más seleccionado tanto para la Bulimia como para el trastorno de atracos, mientras que la terapia familiar ha sido la más estudiada y seleccionada en pacientes con Anorexia. El tratamiento suele consistir en 10-20 sesiones aproximadamente distribuidas en un período de tiempo de entre 6 y 12 meses.

En cuanto a la bulimia nerviosa y el trastorno de atracos, la TCC se ha asociado con una reducción del 80% de los episodios de atracos y conductas compensatorias, y con un 55% de remisión después de los seguimientos de 4 a 12 meses . La TCC se basa en un modelo cognitivo, atendiendo a los mecanismos que parecen influir en el mantenimiento de la bulimia nerviosa y puesto que en estos pacientes, la realización de dietas disfuncionales predisponen a los episodios de atracos, esta terapia funciona de acuerdo con técnicas cognitivas y conductuales, cuyo objetivo es motivar al paciente hacia el cambio, reemplazando estas dietas y conductas disfuncionales por una nutrición saludable, disminuyendo así la preocupación excesiva por el peso corporal y previniendo recaídas. La terapia consta de 16-20 sesiones distribuidas en un período de tiempo de unos cinco meses aproximadamente.

Seguro que el entorno social tiene que ver. ¿Cuál es el vínculo entre estos TCA y el contexto social en el que se desarrolla?

Durante el confinamiento muchos adolescentes pasaron más horas de lo habitual en las redes sociales y eso trajo consecuencias. Se hicieron seguidores de otros adolescentes que explicaban una “dieta sana” consistente en restricciones y muy baja en calorías u otro grupo experto en ejercicios físicos para conseguir cuerpos extremadamente delgados. Todo esto ha hecho que todavía se hayan obsesionado más y haya aumentado estos trastornos. Se habla mucho del “cuerpo perfecto” en las redes sociales haciendo referencias a chicas con un índice de masa corporal extremadamente bajo.

Todo lo que sea cultura de la imagen que fomente el cuerpo delgado, como sinónimo de éxito, puede perjudicar claramente dado que es uno de los factores que está en la base de los trastornos alimentarios: la insatisfacción corporal a la que contribuyen los mensajes que nos puedan llegar a redes sociales. A través de estas redes se comparten información sobre adelgazar o cómo organizan carreras o competiciones para conseguirlo en poco tiempo a través de la red. También se refieren al papel que tienen los filtros de estas aplicaciones para verse con el rostro o el cuerpo que desean.

¿El contexto social (COVID-19, etc) ha hecho aflorar nuevos TCA? (vigorexia, ortorexia…)

En el caso de infantojuvenil en nuestra población no, mantenemos el alta incidencias en anorexia y bulimia.

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