El pasado 10 de octubre tuvo lugar en el Hospital Universitario Moisès Broggi la XIX Jornada de Cirugía de hospitales de Catalunya – XIX Jornada de enfermería de Cirugía. En las jornadas Sandra Arcusa, enfermera estomaterapeuta y especialista en rehabilitación de disfunciones funcionales del sol pélvico del CST, y once compañeros de otros hospitales presentaron la Guía de práctica clínica (GPC) ‘Técnica de la estimulación del asa eferente en ostomías ‘, obteniendo el primer premio a la mejor comunicación de enfermería. La presentación quería dar a conocer la GPC con el objetivo de facilitar cuidados seguros y basados con evidencia científica.
Esta guía ha sido realizada conjuntamente con las estomaterapeutas: Cristina Vidal (Althaia Red Asistencial Universitaria), Mercedes Rubio (Hospital Santa Cruz y San Pablo), Belen Bueno y Francisca Hernández (Hospital Universitario Vall d’Hebron), Susana González (Hospital del Mar ), Patricia Ferrer (Hospital de Palamós), Mireia Lázaro (Fundación Asistencial MutuaTerrassa), Ana Muñoz (Fundación Sanitaria de Mollet), Cristina Navalón (Hospital Moisès Broggi) y Rosa Paredes (Hospital Universitario de Igualada).
La Guía de Práctica Clínica (GPC) se realizó después de una gran investigación de la Técnica de estimulación del asa eferente en ostomías previamente al cierre/reconstrucción de la misma. Este proyecto iniciado en 2018 y publicado a principios de 2024, ha surgido post investigaciones y publicaciones al respecto a nivel nacional para poder establecer bases sólidas con un consenso de expertos para recomendar cómo hacer la técnica, definirlo con taxonomía enfermera, qué productos son los más adecuados para estandarizar el procedimiento y disminuir la variabilidad para minimizar las complicaciones y situaciones de riesgo al paciente osmotizado.
La definición de la técnica de estimulación del asa eferente, explicada en la guía, contribuye a la recuperación de la función intestinal después de una ostomía (cirugía en que se crea una apertura al abdomen para permitir que las deposiciones salgan del cuerpo y van a parar a una bolsa, cuando los intestinos no pueden funcionar con normalidad), activando las fibras nerviosas del recto y facilitando la contracción de los esfínteres así como disminuir las complicaciones que se presentan en el momento de la cirugía de reconstrucción ya su post operatorio. Esta técnica es clave para reducir el riesgo de incontinencia en pacientes ostomizados y mejorar significativamente su calidad de vida.
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