El CST presenta un proyecto pionero de realidad virtual inmersiva para paliar los efectos cognitivos del tratamiento de la quimioterapia

El proyecto Oncobrain puede abrir un nuevo camino en el uso de técnicas inmersivas aplicadas al bienestar cognitivo y emocional del paciente oncológico

El viernes 1 de marzo se presentó en el Hospital Universitario de Terrassa el proyecto Oncobrain, impulsado por el Consorcio Sanitario de Terrassa (CST), la empresa tecnológica Broomx y el Programa Domum de la Fundación Nous Cims, un proyecto que busca mostrar, de forma pionera, los efectos beneficiosos de la cognición mediante realidad virtual inmersiva (RVI) en pacientes oncológicos.

Alrededor del 60 o 70% de las personas tratadas con quimioterapia desarrollan problemas cognitivos que pueden perjudicar directamente su calidad de vida. Cada vez hay mayor evidencia sobre el impacto de este efecto nocivo conocido como “Chemobrain”. Los síntomas de los pacientes engloban desde alteraciones de la memoria o de la atención hasta alteraciones en la funcionalidad de la persona, afectando a su empleo y relaciones sociales.

Debido a la creciente progresión del cáncer y sus tratamientos, este problema está cada vez más extendido. Prueba de ello es el esfuerzo por encontrar soluciones efectivas, de forma prioritaria en los centros sanitarios y sus investigadores.

La puesta en marcha de Oncobrain busca encontrar mejoras cognitivas, emocionales y de calidad de vida, en las personas con cáncer y deterioro cognitivo asociado a la quimioterapia gracias a la estimulación con RVI. Estas técnicas abren un abanico novedoso y atractivo de posibilidades en el campo de las intervenciones psicológicas aplicadas al bienestar cognitivo y emocional del paciente oncológico.

En la rueda de prensa de presentación del proyecto la responsable de la Unidad de Neuropsicología del Consorcio Sanitario de Terrassa, Maite Garolera, expuso que el público objetivo del Oncobrain son «personas con cáncer de 18 a 65 años que han recibido tratamiento con quimioterapia y como consecuencia han tenido cambios cognitivos: ha cambiado su memoria, su atención, la velocidad para pensar, para organizarse y planificarse. Esto es bastante frecuente pero desgraciadamente muy desconocido.»

La responsable de la Unidad de Neuropsicología del CST compartió que hay aproximadamente un 70% de los pacientes que reciben quimioterapia que experimentan estos cambios y después del tratamiento siguen teniendo dificultades cognitivas. «Es por eso que el CST ha diseñado una investigación utilizando la realidad virtual inmersiva sin gafas donde, en grupo, tienen la sensación de entrar en un espacio externo real. Y esto nos permite generar ejercicios que adaptamos a las necesidades de cada una de las personas.»

Garolera puso el foco en que, dentro de la rehabilitación neuropsicológica, es muy importante que «lo aprendido en la sala, en un espacio controlado, pueda aplicarse a la vida real. Y ayude a mejorar la capacidad funcional.» En cada una de las intervenciones, que son multimodales, se comienza con ejercicios de mindfulness , después ejercicios cognitivos (como la atención, la memoria, la velocidad de respuesta, la capacidad de organizarse…) y, finalmente, terminan la sesión realizando actividad física.

Maite Garolera explicó que analizando los resultados del proyecto han visto que existen una serie de diferencias entre antes de la intervención y después, en cuanto a las pruebas de atención. «Hemos logrado realizar cambios en la atención. Y, además, hemos conseguido realizar cambios en pruebas ejecutivas, en la capacidad de poder inhibir. También hemos visto que existe un cambio en el estado de ánimo y en la calidad de vida.»

Garolera concluyó su intervención afirmando que el objetivo del Hospital Universitario de Terrassa es que «todo ese beneficio pueda redundar en las personas y poder mejorar su vida.»

Por su parte, Ignasi Capellà, cofundador de Broomx, destacó que estos sistemas de proyección con realidad virtual inmersiva son «la tecnología que permite transformar la habitación del hospital en el mercado de la Boqueria o en un acuario. »

Capellà puso el foco en la necesidad de Broomx «de idear una tecnología que te permita entrar en un mundo virtual pero sin perder el contacto humano con la persona de al lado» y ha destacado que buscaron «la manera de convertirlo en una experiencia grupal.»

«Durante estos tres años hemos realizado una tarea inmersiva para aplicar estas técnicas y contenidos que pueden ser interesantes para los ejercicios de rehabilitación cognitiva. En ese tiempo hemos visto la importancia y los efectos de la tecnología virtual a nivel humano y sanitario», concluyó.

Pau Gomes, director del Área de Bienestar Emocional de la Fundación Nous Cims, explicó que la Fundación promueve «intervenciones innovadoras con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes oncológicos. Y aquí es donde nace la colaboración entre las tres entidades.»

Para Gomes, el proyecto Oncobrain supone dos grandes contribuciones. «Por un lado, el poder dar visibilidad de las casuísticas de las personas que han sufrido esta enfermedad, con efectos cognitivos derivados de los tratamientos y, por otra parte, el poder generar evidencia de la efectividad de la intervención para generalizar este tratamiento. »

Puede ver el vídeo explicativo del proyecto Oncobrain aquí.

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