El servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo (CGAD) del Hospital de Terrassa está acreditado para la formación de residentes desde el año 2003. Durante este tiempo se han formado en él los especialistas CGAD y también ha tenido y sigue teniendo un papel primordial en la formación de médicos internos residentes de otras especialidades como Medicina Familiar y Comunitaria, y Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Dispone de 40 camas distribuidas en diversas plantas de hospitalización convencional y la Unidad de Hospitalización Penitenciaria. Dispone de módulos de quirófano convencional para la práctica de cirugía abierta y laparoscópica, y otros dedicados a la cirugía sin ingreso.
El servicio de CGAD es el responsable de dar una atención integral de los pacientes durante el ingreso hospitalario de la mayoría de los pacientes ingresados además de apoyar a los servicios médicos ya las diversas especialidades quirúrgicas. Asimismo, se da cobertura al paciente externo y también al ingresado durante las 24 horas del día, con facultativos en formación supervisados por cirujanos de plantilla.
Los miembros de la plantilla están subdivididos en diversas unidades funcionales: Cirugía bilipancreática, Cirugía de la pared abdominal, Cirugía del tubo digestivo superior y endocrina, Cirugía del tubo digestivo inferior, por las que rotan los residentes durante distintas fases de su formación. Por otra parte, están establecidas rotaciones específicas por Urgencias, Cuidados Intensivos, Urología, Cirugía Plástica, Cirugía Vascular y Cirugía Torácica. También se realizan rotaciones externas de Cirugía Hepatobiliopancreática y transplante, así como de Cirugía esofagogástrica, en centros con los que existe colaboración establecida. De esta forma se garantiza que los residentes de CGAD adquieran una formación amplia e integral.
Por tanto, el Hospital de Terrassa es un centro que favorece el entorno que permite la formación del residente de CGAD de forma que tenga acceso a la patología más habitual y también a la patología centralizada en centros de alta complejidad.
La Formación Sanitaria Especializada (FSE) tiene como objetivo conseguir especialistas competentes que den respuesta a las necesidades de la sociedad en el ámbito de la salud.
Las competencias que debe adquirir el especialista en formación quedan reflejadas de forma más o menos específica en los POE, que deben ser, por tanto, la guía a seguir por las diferentes Unidades Docentes en la formación de sus residentes.
La adaptación de los POE a la realidad de cada centro constituirá el Programa o Guía formativa tipo.
La guía formativa está basada en el programa oficial de la especialidad y supone una adaptación de sus principales puntos a las características de la unidad docente. Sus objetivos son: adaptar el programa oficial al contexto de la unidad docente, servir de programa formativo común para todos los residentes del servicio, sentar las bases de planificación del programa formativo a lo largo de toda la residencia, concretar los principios fundamentales de los procesos formativos y servir de guía para la elaboración de los planes individuales anuales de cada residente.
El sistema de formación por residencia implica la asunción progresiva de responsabilidades y un nivel decreciente de supervisión. A medida que el residente avanza en la adquisición de las competencias previstas en el programa formativo de la especialidad, va alcanzando el grado de responsabilidad inherente al ejercicio autónomo de la especialidad. La supervisión de los residentes de primer año será de presencia física (RD 183/2008, de 8 de febrero). A partir del segundo año, la supervisión será decreciente hasta la total autonomía al finalizar la residencia.
los períodos formativos a lo largo de toda la residencia. Sirve para organizar, secuenciar, graduar y adaptar los aprendizajes a las características de cada residente. Permite al tutor tener una visión de conjunto de todas las actividades de formación en las que debe participar el residente, para facilitar una correcta coordinación e implicación de todos los agentes involucrados en el proceso. Permite al residente conocer desde el primer momento cuáles son las actividades en las que debe participar, reduciendo el nivel de incertidumbre, estableciendo y reforzando compromisos docentes, y organizando el tiempo y los recursos de la forma más eficiente para que sea consciente de su propio proceso de aprendizaje. El tutor de la Unidad docente (UD) entregará el PIF al residente al inicio de su formación junto con el Programa oficial de la especialidad y la guía de la UD.
El libro del residente es un registro individual de las actividades que realiza cada residente durante su período formativo. Es el instrumento que evidencia el proceso formativo del residente al que se incorporarán los datos cuantitativos y cualitativos se valorarán en la evaluación. Debe ser un instrumento de autoaprendizaje que favorezca la reflexión individual y conjunta con el tutor, a fin de asegurar la adecuación de las actividades llevadas a cabo por el residente y hacer posible la corrección de déficits formativos. Es propiedad del residente, que debe rellenarla con la ayuda y supervisión del tutor. Los datos que contenga estarán sujetos a la legislación vigente sobre protección de datos personales y secreto profesional. Tiene carácter obligatorio (RD 183/2008, de 8 de febrero). La Comisión Nacional de cada especialidad tiene el encargo de su elaboración.
Dr. Josep Bargalló
ppalma@cst.cat
T. 93 731 00 07 ext. 2900
Dra. Yolanda Ribas
yribas@cst.cat
T. 93 731 00 07 ext. 2980
Dr. Raúl Mato
rmato@cst.cat
T. 93 731 00 07 ext. 2980