Pediatría

El Servicio de Pediatría del Hospital de Terrassa está formado por un equipo comprometido con la docencia de los MIR de Pediatría y sus áreas específicas donde la formación se realiza de forma personalizada.


Es una formación completa que tiene en cuenta todos los aspectos clave de la especialidad. Asegura la formación externa de aquellos aspectos que pueden cumplirse adecuadamente en nuestro centro como, por ejemplo, la rotación por Unidades de Cuidados Intensivos pediátricos y neonatales que los residentes realizan o amplían en hospitales terciarios de referencia.

El Servicio ofrece formación en Urgencias pediátricas, en el Área de Hospitalización y en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales.

Además está contemplada la formación en las distintas Consultas Externas de las Especialidades pediátricas de que el centro dispone (Neurología, Nefrología, Hematología, Neumología, Gastroenterología, Cirugía Infantil, Alergia, Cardiología, Endocrinología, Psicología), y en otras especialidades no específicas de Pediatría como Dermatología, Traumatología, Ortopedia, Anestesia, Radiología, etc.

El MIR puede aprender a realizar diferentes técnicas pediátricas como punción lumbar, toracocentesis, intubación, colocación de catéteres umbilicales, suturas, etc. y puede conocer a otros que realizan otros especialistas como endoscopias, pHmetría, pruebas funcionales respiratorias…

Hay otros aspectos imprescindibles de la Pediatría como el conocimiento del programa del niño sano, el calendario vacunal, puericultura, alimentación… que el MIR conocerá en su rotación por los centros de asistencia primaria del CST, vinculados al Hospital de Terraza.

Por su parte, el Servicio complementa la formación del MIR con la asistencia a cursos y estudios locales y nacionales. Se fomenta y ayuda al residente para colaborar en trabajos y estudios realizados en el servicio, así como para participar en los congresos con la presentación de comunicaciones, pósters y para publicar en las distintas revistas de la especialidad.

Asimismo, el Servicio organiza diferentes cursos para ampliar la oferta formativa como un Curso de Urgencias Pediátricas, Cursos de RCP básica y avanzada tanto pediátrica como neonatal y Curso sobre lactancia materna, entre otros.

Con todo ello se pretende formar al médico residente para que, de forma progresiva, obtenga los conocimientos teóricos y las habilidades clínicas asistenciales necesarias para responsabilizarle, siempre de forma correctamente supervisada, tanto en la actividad asistencial como en la actividad docente e investigadora , hasta adquirir la total capacitación para ejercer como pediatra.


  • Programa oficial de especialidad (POE)

    La Formación Sanitaria Especializada (FSE) tiene como objetivo conseguir especialistas competentes que den respuesta a las necesidades de la sociedad en el ámbito de la salud.

    Las competencias que debe adquirir el especialista en formación quedan reflejadas de forma más o menos específica en los POE, que deben ser, por tanto, la guía a seguir por las diferentes Unidades Docentes en la formación de sus residentes. La adaptación de los POE a la realidad de cada centro constituirá el Programa o Guía formativa tipo.

    POE

  • Guía formativa tipo

    La guía formativa está basada en el programa oficial de la especialidad y supone una adaptación de sus principales puntos a las características de la UD. Sus objetivos son: adaptar el programa oficial al contexto de la unidad docente, servir de programa formativo común para todos los residentes del servicio, sentar las bases de planificación del programa formativo a lo largo de toda la residencia, concretar los principios fundamentales de los procesos formativos y servir de guía para la elaboración de los planes individuales anuales de cada residente.

    Guia formativa

  • Protocolo de supervisión

    El sistema de formación por residencia implica la asunción progresiva de responsabilidades y un nivel decreciente de supervisión. A medida que el residente avanza en la adquisición de las competencias previstas en el programa formativo de la especialidad, va alcanzando el grado de responsabilidad inherente al ejercicio autónomo de la especialidad.

    La supervisión de los residentes de primer año será de presencia física (RD 183/2008, de 8 de febrero). A partir del segundo año la supervisión será decreciente hasta la total autonomía al finalizar la residencia.

    Protocolo supervisión residente

  • Programa individual de formación (PIF)

    El Programa individual de formación (PIF) es el documento/instrumento que recoge la planificación temporal de las actividades formativas teórico-prácticas, que debe realizar el residente en cada uno de los períodos formativos a lo largo de toda la residencia.

    Sirve para organizar, secuenciar, graduar y adaptar los aprendizajes a las características de cada residente. Permite al tutor tener una visión de conjunto de todas las actividades de formación en las que debe participar el residente, para facilitar una correcta coordinación e implicación de todos los agentes involucrados en el proceso.

    Permite al residente conocer desde el primer momento cuáles son las actividades en las que debe participar, reduciendo el nivel de incertidumbre, estableciendo y reforzando compromisos docentes, organizando el tiempo y los recursos de la forma más eficiente para que sea consciente de su propio proceso de aprendizaje.

    El tutor de la Unidad docente (UD) entregará el PIF al residente al inicio de su formación junto con el Programa oficial de la especialidad y la guía de la UD.

  • Libro del residente

    El libro del residente es un registro individual de las actividades que realiza cada residente durante su período formativo. Es el instrumento que evidencia el proceso formativo del residente, al que se incorporarán los datos cuantitativos y cualitativos que se valorarán en la evaluación. Debe ser un instrumento de autoaprendizaje que favorezca la reflexión individual y conjunta con el tutor, a fin de asegurar la adecuación de las actividades llevadas a cabo por el residente y hacer posible la corrección de déficits formativos.

    Es propiedad del residente, que debe rellenarla con la ayuda y supervisión del tutor. Los datos que contenga estarán sujetos a la legislación vigente sobre protección de datos personales y secreto profesional. Tiene carácter obligatorio (RD 183/2008, de 8 de febrero). La Comisión Nacional de cada especialidad tiene el encargo de elaborarlo.


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